Postre Cremoso de Limón en 5 Minutos

Postre cremoso de limón servido en vasitos con canela y ralladura
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¡Dulce, ligero, rápido y absolutamente delicioso! Así es este postre cremoso de limón, una receta que parece un secreto de abuela, pero que puedes hacer en menos de 5 minutos, sin complicaciones, sin horno y con ingredientes que seguro tienes en casa.

Ideal para cuando quieres algo especial y no tienes tiempo, o simplemente deseas un capricho fresco, ácido y cremoso después de una comida. Cada cucharada de este postre es como un pequeño abrazo de limón con el dulzor justo y una textura tan suave que se desliza en la boca.

Este postre es el equilibrio perfecto entre acidez y dulzura, con ese toque casero que enamora a todos. Si te encanta el limón, los postres rápidos y no quieres encender el horno, esta receta es un auténtico salvavidas dulce. ¡Sigue leyendo para descubrir cómo prepararlo fácilmente en casa!

¿Por qué te encantará este postre?

  • Se hace en 5 minutos (más reposo en frío).
  • Sin horno y sin complicaciones.
  • Fresco, cremoso y con mucho sabor a limón.
  • Perfecto para el verano o cualquier momento del año.
  • Ingredientes simples y económicos.
  • Se puede preparar con antelación.

Este es el tipo de receta que siempre te salva cuando necesitas un postre fácil y casero que además luzca y sepa increíble.

Ingredientes para 4 a 6 porciones

  • 400 ml de leche entera
  • Ralladura de 1 limón (preferiblemente sin tratar)
  • 1 cucharadita de azúcar avainillado
  • 2 yemas de huevo grandes
  • 40 g de azúcar blanca
  • 15 g de fécula de maíz (maicena)
  • Zumo de 1 limón grande (unos 3–4 cucharadas)
  • 100 g de leche condensada
  • Canela en polvo, cacao o virutas de chocolate para decorar

Tip: Puedes sustituir la leche condensada por una versión baja en azúcar si estás cuidando tu consumo calórico.

Paso a paso para preparar este postre cremoso de limón

1. Aromatizar la leche

En un cazo pequeño, vierte los 400 ml de leche, la ralladura del limón y la cucharadita de azúcar avainillado. Lleva al fuego medio hasta que la mezcla comience a hervir suavemente.

Esto perfuma la leche con todo el aroma del limón y la hace más sabrosa.

2. Preparar la crema base

Mientras se calienta la leche, en un bol aparte bate las yemas con el azúcar y la fécula de maíz hasta obtener una mezcla homogénea, sin grumos. Este será el agente espesante de nuestro postre.

3. Espesar la crema

Vierte poco a poco la leche caliente sobre la mezcla de yemas, removiendo constantemente para evitar que se cocinen de golpe.

Devuelve todo al cazo y calienta a fuego bajo, removiendo constantemente con una espátula o batidor, hasta que espese. En cuestión de 2 a 3 minutos, tendrás una crema suave, tipo natilla ligera.

Tip: No dejes hervir esta mezcla, solo espésala con el calor suave.

4. Añadir el zumo de limón y leche condensada

Retira del fuego y deja enfriar la crema base durante unos 10 minutos a temperatura ambiente.

Cuando esté tibia o fría, añade el zumo de limón y la leche condensada, batiendo bien con varillas manuales o eléctricas hasta lograr una textura cremosa, brillante y homogénea.

El limón aportará acidez, frescura y un toque sorprendente que equilibra el dulzor de la leche condensada.

5. Servir y decorar

Distribuye la crema en vasitos o cuencos individuales. Puedes usar frascos reciclados, copas o moldes pequeños para una presentación más elegante.

Espolvorea por encima con:

  • Canela en polvo para un toque clásico.
  • Cacao sin azúcar si eres amante del chocolate.
  • Virutas de chocolate negro o blanco si quieres algo más decorativo.
  • Incluso podrías añadir una hojita de menta para dar color y frescura.

6. Reposar y disfrutar bien frío

Lleva los vasitos al refrigerador durante al menos 30 minutos antes de servir. Aunque puedes comerlo templado, bien frío es mucho más sabroso y con mejor textura.

Se conserva perfectamente hasta 2 días en la nevera, cubierto con film.

Consejos y variaciones para personalizar tu postre

  • Versión sin lactosa: Usa leche vegetal (almendra, avena o arroz) y leche condensada sin lactosa.
  • Versión light: Sustituye el azúcar por edulcorante natural (eritritol o stevia) y usa leche condensada light.
  • Más textura: Añade una base de galleta triturada en el fondo del vaso.
  • Toque gourmet: Un poco de ralladura de lima o jengibre fresco da un toque sorprendente.
  • Con fruta: Decora con frutos rojos o arándanos frescos para un contraste visual y de sabor.

Preguntas frecuentes

¿Se puede hacer sin leche condensada?
Sí, pero perderás parte de la textura cremosa y del dulzor. Puedes compensar con más azúcar o leche evaporada.

¿Puedo usar solo claras?
No en esta receta. Las yemas son esenciales para espesar y dar cuerpo a la crema.

¿Qué pasa si me paso con el limón?
El exceso de zumo puede cortar la mezcla si está caliente. Añádelo solo cuando esté fría o tibia.

¿Puedo congelarlo?
No se recomienda, ya que la textura puede volverse granulada al descongelar.

Es apto para niños?
Sí, es perfecto para niños, especialmente si usas leche entera y evitas ingredientes con azúcar añadido.

Conclusión: Un postre que enamora en cada cucharada

Este postre cremoso de limón en 5 minutos es todo lo que necesitas cuando buscas algo dulce, refrescante y rápido. Sin horno, sin complicaciones y con una presentación que parece salida de una pastelería.

Perfecto para cenas improvisadas, meriendas elegantes o simplemente para darte un gusto sin remordimientos. Su textura suave y su sabor a limón natural hacen de este postre un clásico moderno que siempre sorprende.

¿Te animas a probarlo hoy mismo? Solo necesitas 5 minutos y mucho amor por el limón.

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