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La mermelada casera es uno de esos placeres simples que reconfortan desde el primer bocado. Si además es sin azúcar, saludable y con aromas cálidos como la canela, se convierte en una joya de la cocina natural. Esta mermelada de manzana y canela sin azúcar es ideal para quienes cuidan su salud, controlan su consumo de azúcar o simplemente desean una alternativa más limpia, rica y sencilla a las versiones comerciales cargadas de conservantes.
Su preparación es muy fácil, accesible para cualquiera, y los ingredientes son tan comunes que seguramente ya los tienes en casa. Lo mejor: el aroma que perfuma tu cocina mientras las manzanas se cocinan lentamente con canela y limón es, literalmente, un abrazo al alma.
Disfrútala con pan integral, yogur, avena caliente, hotcakes, o incluso como relleno para pasteles o empanadas. Esta receta te conecta con lo natural y te recuerda que la cocina hecha en casa sigue siendo una de las mejores formas de cuidarnos y disfrutar.
Beneficios de esta mermelada sin azúcar
- Sin azúcares añadidos: solo el dulzor natural de la manzana.
- Rica en fibra y vitaminas: especialmente si dejas parte de la piel.
- Baja en calorías: ideal para desayunos ligeros o meriendas saludables.
- Sin conservantes ni colorantes.
- Apta para diabéticos, personas en dietas low-carb o quienes evitan el azúcar.
- Aromática y reconfortante, gracias a la canela y el toque de limón.
Esta mermelada no es solo una receta, es un gesto de amor por tu salud y tu paladar.
Ingredientes para 2 a 3 frascos pequeños
- 1 kg de manzanas (puedes mezclar rojas y verdes para más sabor)
- 2 ramas de canela
- 250 ml de agua
- Jugo de 1 limón grande (para preservar y dar acidez natural)
Consejo: No uses edulcorantes si no es necesario. Las manzanas maduras aportan un dulzor natural perfecto.
Paso a paso para preparar la mermelada casera perfecta
1. Lava, pela y corta las manzanas
- Lava bien las manzanas bajo agua corriente.
- Pela si deseas una textura más fina, o deja parte de la piel para más fibra.
- Retira el corazón y corta en cubos pequeños para facilitar la cocción.
Tip: Si usas manzanas verdes, mezcla con manzanas rojas para compensar la acidez natural.
2. Cocina a fuego medio
- Coloca las manzanas en una olla grande y profunda.
- Añade el jugo de limón, las ramas de canela y el agua.
- Cocina a fuego medio durante 30 a 40 minutos, removiendo ocasionalmente para que no se pegue en el fondo.
Las manzanas deben quedar muy suaves, casi deshaciéndose.
3. Tritura hasta lograr la textura deseada
- Retira las ramas de canela con pinzas o una cuchara.
- Usa una batidora de mano (o de vaso) para triturar la mezcla.
- Puedes hacerla completamente lisa o dejar algunos trocitos si prefieres una textura más rústica.
4. Cocina nuevamente para espesar
- Vuelve a colocar la mezcla triturada a fuego lento.
- Cocina por 10 minutos más, removiendo constantemente.
- Esto ayudará a que la mermelada tome una textura más espesa y se concentren los sabores.
Si ves que queda muy líquida, puedes cocinar unos minutos más sin tapa, pero cuidando que no se queme.
5. Envasa en frascos esterilizados
- Mientras se cocina la mermelada, esteriliza los frascos de vidrio hirviéndolos durante 10 minutos.
- Sécalos completamente antes de usarlos.
- Vierte la mermelada caliente en los frascos, cierra bien con tapa metálica y deja enfriar completamente a temperatura ambiente.
Importante: Si deseas conservar por más tiempo fuera del refrigerador, haz el proceso de baño María una vez envasados para lograr vacío.
Consejos para conservar y disfrutar
- Una vez fría, guarda la mermelada en el refrigerador por hasta 2 semanas.
- Si hiciste el vacío, puede durar hasta 3 meses en un lugar fresco y oscuro.
- Siempre usa cucharas limpias y secas para evitar contaminación.
¿Cómo disfrutar esta mermelada de manzana y canela?
- Sobre pan integral tostado o de centeno.
- En yogur natural o griego sin azúcar.
- Mezclada con avena caliente o porridge.
- Como relleno de empanadas o galletas saludables.
- Con queso fresco o requesón para una combinación salado-dulce.
- En pancakes, waffles o crepas.
También puedes usarla como base para una tarta rústica con masa integral.
Variantes que puedes probar
- Con jengibre rallado fresco, para un toque picante y digestivo.
- Agrega nueces o pasas, para más textura y sabor.
- Sustituye parte del agua por jugo de naranja natural para un perfil cítrico diferente.
- Haz una versión especiada con clavo de olor, cardamomo o nuez moscada.
- Versión con edulcorante: si tus manzanas son muy ácidas, puedes añadir 1 cucharada de eritritol, stevia o monk fruit.
Preguntas frecuentes sobre esta mermelada sin azúcar
¿Es apta para diabéticos?
Sí, ya que no contiene azúcar añadido. Sin embargo, es importante consumirla en porciones moderadas y consultar con un profesional de salud si tienes dudas.
¿Qué tipo de manzanas es mejor usar?
Las manzanas rojas (como Fuji o Gala) son más dulces. Puedes mezclar con Granny Smith para equilibrar acidez y dulzor.
¿Puedo congelar la mermelada?
Sí. Guárdala en frascos o bolsas aptas para congelación. Descongela en refrigeración antes de usar.
¿Por qué se le pone limón?
El limón actúa como conservante natural, aporta acidez, ayuda a la conservación y equilibra sabores.
¿Qué hago si la mermelada queda muy líquida?
Cocina sin tapa durante unos minutos más, o añade un poco de pectina natural (como agar-agar o chía molida).
Conclusión: Un Clásico Casero Hecho Saludable
La mermelada de manzana y canela sin azúcar es el ejemplo perfecto de cómo lo casero, lo saludable y lo delicioso pueden ir de la mano. Sencilla, aromática y versátil, es ideal para cuidar tu cuerpo sin renunciar a lo que te gusta.
Una receta que reconecta con lo natural, que puedes compartir con toda la familia y que demuestra que comer bien no significa comer aburrido. Pruébala, compártela y hazla parte de tus rituales dulces.
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