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El sabor de una mantecada casera, cálida y esponjosa, es difícil de olvidar. Este clásico de la repostería mexicana no solo es delicioso, sino que también trae consigo el aroma de hogar, de infancia, de meriendas con leche caliente o café recién hecho.
Hoy te comparto una receta tradicional, fácil de seguir y con ingredientes que seguro tienes en casa. Estas mantecadas son perfectas para cualquier ocasión: desayunos, meriendas, para llevar al trabajo, para compartir con amigos o simplemente para darte un gusto.
Y lo mejor de todo es que, a cambio de esta receta… ¡solo te pido un simple “gracias”!
Ingredientes (para 12 mantecadas aprox.)
- 2 tazas de harina de trigo todo uso
- 1 taza de azúcar blanca
- 3 huevos grandes (a temperatura ambiente)
- 1 taza de leche (entera, deslactosada o vegetal)
- ¾ taza de aceite vegetal o 150 g de mantequilla derretida (elige tu favorita)
- 2 cucharaditas de polvo para hornear
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- Ralladura de 1 naranja o 1 limón (opcional pero le da un toque especial)
- 1 pizca de sal
Utensilios necesarios
- Molde para cupcakes o mantecadas
- Capacillos de papel
- Batidora eléctrica (o un batidor de mano y mucho amor)
- Tamiz o colador para cernir
- Espátula o cuchara de madera
- Tazón grande
Paso a paso: Cómo preparar mantecadas caseras perfectas
1. Precalienta tu horno
Antes de empezar, precalienta el horno a 180 °C (350 °F). Esto garantiza una cocción pareja desde el primer minuto.
Coloca los capacillos de papel en cada espacio del molde para muffins o mantecadas. Esto evitará que se peguen y facilitará el desmolde.
2. Bate los ingredientes líquidos
En un tazón grande, bate los huevos con el azúcar. Comienza a velocidad baja y ve aumentando hasta que la mezcla se vea clara, espumosa y homogénea. Este paso es clave para que las mantecadas queden aireadas.
Agrega el aceite vegetal (o la mantequilla ya derretida y tibia), la leche, la vainilla y la ralladura de cítrico si decides usarla. Mezcla bien hasta integrar todo.
3. Incorpora los ingredientes secos
En otro recipiente, cierne la harina con el polvo para hornear y la pizca de sal. Este paso es esencial para evitar grumos y lograr una textura más fina.
Agrega poco a poco los ingredientes secos al tazón con la mezcla líquida, mezclando suavemente con movimientos envolventes. No sobrebatas: solo integra hasta que no queden rastros de harina. Así conservarás el aire y evitarás que queden densas.
4. Llena los moldes
Con ayuda de una cuchara o espátula, llena cada capacillo hasta ¾ de su capacidad. No los llenes más para evitar que se desborden al crecer.
Tip: Puedes espolvorear un poco de azúcar sobre la parte superior de cada mantecada antes de hornear. Esto crea una costrita dulce que recuerda a las panaderías tradicionales.
5. Hornea con paciencia y amor
Introduce el molde en el horno precalentado y hornea entre 20 y 25 minutos. No abras el horno antes de los 20 minutos para evitar que bajen.
Para comprobar que están listas, inserta un palillo en el centro de una mantecada. Si sale limpio, ¡es hora de sacarlas!
6. Enfriar y disfrutar
Retira del horno y deja que reposen en el molde durante 5 minutos. Luego, colócalas sobre una rejilla para que se enfríen completamente.
Una vez frías, guárdalas en un recipiente hermético. Se conservan bien durante 3 a 4 días (si es que no desaparecen antes…).
Consejos para que queden perfectas
- Usa ingredientes a temperatura ambiente. Esto ayuda a que se mezclen mejor.
- No sobrebatas. El exceso de mezcla hace que pierdan esponjosidad.
- Puedes hacerlas más saludables. Usa azúcar mascabado, harina integral o leche vegetal.
- Personalízalas. Añade chispas de chocolate, nueces, arándanos secos o coco rallado.
- ¿Sin capacillos? Engrasa y enharina los moldes para evitar que se peguen.
¿Cuál es la diferencia entre mantecadas y muffins?
Aunque se parecen, las mantecadas tienen una textura más densa y húmeda, y su sabor está más relacionado con los bizcochos clásicos. Los muffins suelen ser más aireados, muchas veces con trozos de fruta o chocolate, y menos dulces.
La mantecada es un clásico de la panadería mexicana, muchas veces asociada a la merienda, el desayuno o la lonchera escolar. Su aroma y textura son parte de la memoria colectiva de muchas generaciones.
Valor nutricional aproximado (por unidad)
- Calorías: 230 kcal
- Grasas: 11 g
- Carbohidratos: 28 g
- Proteínas: 4 g
- Azúcares: 15 g
Los valores pueden variar según los ingredientes que utilices.
Preguntas frecuentes
¿Puedo congelarlas?
Sí. Una vez frías, guárdalas en bolsas herméticas y congélalas por hasta 2 meses. Para consumir, calienta en horno o microondas.
¿Se puede usar leche vegetal?
Claro, la de almendra, soya o avena funcionan muy bien. Le dan un toque diferente al sabor final.
¿Qué pasa si uso mantequilla en lugar de aceite?
La mantequilla le da más sabor tradicional, pero el aceite aporta más humedad. Ambos funcionan, solo asegúrate de que estén bien integrados.
¿Puedo usar menos azúcar?
Sí, puedes reducir la cantidad hasta ¾ de taza si buscas una versión menos dulce.
¿Puedo hacerlas sin batidora eléctrica?
Sí, solo asegúrate de batir enérgicamente con un batidor de mano hasta que los huevos espumen.
Conclusión
Las mantecadas caseras son una receta clásica que nunca pasa de moda. Fáciles, rendidoras y con ese sabor que conquista desde el primer bocado. Ya sea para compartir con tus seres queridos, para llevar al colegio o trabajo, o simplemente para disfrutar con una taza de café, estas mantecadas siempre serán una opción ganadora.
No hace falta ser pastelero para lograr un resultado profesional. Solo necesitas un bol, una cuchara, y muchas ganas de disfrutar algo hecho en casa con amor.
Y recuerda… si llegaste hasta aquí:
¡Solo te pido un GRACIAS!
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