Partagez
Sabemos lo duro que es crear con amor y que alguien lo desmerezca. Pero no te desanimes: lo que hoy uno critica, mañana puede ser la inspiración de muchos. Esta receta no solo merece ser compartida, sino que puede cambiar la manera en que vemos las verduras. Así que sí, vale la pena cada línea, cada ingrediente, cada esfuerzo.
Y si alguien piensa que el calabacín no puede competir con la carne, es porque aún no ha probado esta joya dorada, suave, jugosa y llena de sabor. Este platillo, además de ser económico, fácil y muy saludable, logra una textura tan agradable y un sabor tan sabroso que hará callar incluso al más escéptico.
Esta receta es ideal para quienes siguen una dieta vegetariana, reducen el consumo de carne, buscan opciones más ligeras o simplemente quieren probar algo diferente y reconfortante. ¡Vamos a cocinar!
Ingredientes (para 2 a 3 porciones)
- 1 calabacín grande, rallado
- 2 patatas medianas, ralladas
- 1 zanahoria grande, rallada
- 100 g de queso Suluguni (o mozzarella, panela, feta si no consigues)
- 2 huevos
- 2 cucharadas de cebollino picado (cebolleta o verdeo)
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
- Aceite vegetal para cocinar
Nota: Puedes agregar hierbas frescas como perejil, eneldo o albahaca si lo deseas.
Preparación paso a paso
1. Rallar y escurrir las verduras
- Ralla el calabacín, la patata y la zanahoria con un rallador grueso.
- Coloca todo en un colador, añade una pizca de sal y deja reposar 10 minutos.
- Luego exprime con las manos o un paño limpio para eliminar el exceso de agua.
- Este paso es clave para que el platillo no quede aguado.
2. Mezclar todos los ingredientes
En un bol grande:
- Añade las verduras escurridas.
- Agrega los huevos, el queso desmenuzado o rallado, el cebollino, sal y pimienta.
- Mezcla muy bien hasta que todos los ingredientes estén integrados.
La textura debe ser húmeda pero manejable.
3. Formar y cocinar las porciones
- Calienta una sartén antiadherente con un chorrito de aceite a fuego medio.
- Con ayuda de una cuchara, toma porciones de la mezcla y forma tortitas o pequeñas croquetas planas.
- Cocina por 3–4 minutos por lado, o hasta que estén bien doradas y crujientes por fuera, suaves por dentro.
Repite hasta terminar la mezcla, agregando aceite si es necesario.
Consejos para un resultado espectacular
- No saltees el paso de escurrir el líquido. Si no, tus tortitas quedarán blandas y sin forma.
- El queso Suluguni le da un sabor ahumado y salado delicioso, pero si no tienes, prueba con queso feta, mozzarella rallada o incluso un poco de queso crema para variar la textura.
- Puedes hacerlas en el horno: forma las porciones, colócalas en una bandeja con papel encerado y hornea a 190°C por 25 minutos, volteando a mitad del tiempo.
- ¿Quieres una versión más ligera? Usa spray de aceite o cocina sin grasa en una sartén antiadherente buena.
¿Con qué acompañar este platillo?
- Una ensalada verde fresca
- Salsa de yogur con ajo o limón
- Pan integral o tostadas de centeno
- Una sopa ligera de entrada
- ¡Un toque de hummus también va genial!
Variaciones para darle tu toque personal
- Agrega espinacas picadas, para más verde y fibra
- Mezcla con harina de avena o almendra si quieres una textura más compacta
- Dale un toque oriental con un poco de jengibre rallado y salsa de soya
- Convierte la mezcla en relleno de empanadas al horno o en tartaletas
- Haz una versión vegana con huevo de linaza y queso vegano
Preguntas frecuentes
¿Puedo congelarlas?
Sí. Una vez cocidas, déjalas enfriar y guárdalas en bolsas con separación entre cada unidad. Congelan muy bien por hasta 1 mes.
¿Sirven para niños?
¡Totalmente! Son suaves, sabrosas y una forma genial de introducir más verduras sin drama.
¿Qué pasa si no tengo calabacín?
Puedes usar berenjena, papa extra o zapallo rallado, aunque el sabor y la textura cambiarán un poco.
¿Se puede hacer al horno?
Sí, incluso con menos grasa. Solo asegúrate de engrasar bien la bandeja o usar papel antiadherente.
¿Qué otro queso puedo usar?
Mozzarella, cheddar, ricotta, queso crema espeso, o incluso tofu firme desmenuzado.
Conclusión: No subestimes lo simple, ¡el calabacín puede brillar!
A veces, una receta sencilla como esta puede ser la estrella de tu mesa. No necesitas carne para conquistar el paladar de todos. Con solo calabacín, patatas, zanahoria y queso puedes crear algo delicioso, reconfortante y saludable.
Y si alguien te dijo que no vale la pena compartirla, esa persona aún no ha probado lo que tú creaste con tus manos y tu corazón. Porque la cocina es amor, es compartir, es expresión, y cada receta, por humilde que parezca, es una muestra de eso.
Nuestros artículos similares:
Recette de Boulettes de Pâte d’Amande et Pistaches
Flan Coco à la Brésilienne : Une Douceur Exotique
Sugerencias: